domingo, 19 de abril de 2015

Arquitecturas de emergencia y arquitecturas de reciclaje

Museo Ningbo, en el Este de China. Arquitecto: Wang Shu (Premio Pritzker en 2012)

El jurado del Premio Pritzker concedió el galardón de 2014 al arquitecto japonés Shigeru Ban autor de "arquitecturas de emergencia" y el premio del 2012 al chino Wang Shu, que levanta edificios reutilizando los escombros de otros. 


El
esfuerzo de integrar el reciclaje en la concepción del proyecto arquitectónico y el valor que los dos arquitectos premiados dan a la reutilización, es lo que llevó al jurado a otorgar sendos galardones. El Premio Pritzker está considerado como el Nobel de la arquitectura.

Los más utópicos y más ilusionados hablan hoy de “arquitecturas de la emergencia” y de la reutilización de los escombros. Comparto la idea de la reutilización de los materiales, pero soy poco optimista y sospecho que enseguida crecerán las multinacionales dedicadas al reciclaje y que, con el fin de incrementar su cuenta de resultados, pueden llegar a destruir cualquier obra bien hecha para obtener materiales de construcción reciclables. A pesar de mi escepticismo y mala conciencia, aplaudo la recuperación y el reciclaje, pero afirmo que el principal valor de la arquitectura reside en su utilidad.

La arquitectura está al servicio del ser humano. Debe proporcionarle el cobijo más confortable e higiénico posible. Además la arquitectura, como arte, debe aportar a la sociedad el valor formal, estéticamente deseable, que dignifique el “habitat” y la ciudad. 

Estos componentes de servicio y cultura, que son los principales, se consiguen con las técnicas del buen construir y con los materiales más adecuados y si éstos son reciclados, mejor que mejor.

Para cumplir los objetivos de servicio y cultura, ya sea con unos materiales reciclados o sea con materiales tradicionales se necesita dinero.
 

Sin dinero no se puede construir y el dinero está en manos del poder, y aunque la arquitectura del siglo XX quisiera romper la dependencia del poder y planteara alternativas ecológicas y propusiera otra manera de construir y de pensar la arquitectura, al final resulta que la dependencia de los grandes poderes financieros hace que las utopías constructivas se conviertan en una ilusión de proyectistas “progres” (“progre” en el mejor sentido de la palabra).
 

Pero aunque las utopías no sean posibles, las aplaudo porque son una buena razón para luchar y un acicate para la búsqueda de soluciones eficaces para mejorar los antiguos modelos arquitectónicos.

8 comentarios:

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    1. Miquel, sí, es el "arte povera" llevado a la arquitectura.
      Salud

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  2. No te falta razón cuando recelas del uso y de la procedencia del material reciclado. Los cristianos romanos de la antigüedad fueron consumados expertos en la depredación de piedra procedente de los monumentos paganos. No sería pues la primera vez que se hace una barbaridad de estas.
    Un saludo, amigo Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, recelo de las prácticas perversas en lo que a la obtención de materiales se refiere, materiales de reciclaje y de aprovechamiento. La historia lo ha demostrado, con las piedras del templo de Augusto se construyeron chozas para bandoleros.
      Salud

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  3. Con esta expansión se ha convertido el mundo en un gran basurero y es como una necesidad de justificar todo lo que se ha hecho sin fundamento y además repitiendo las mismas conductas.-La arquitectura efímera por lo menos es una arquitectura para grandes males o remedios inmediatos.Pero estamos hablando de edificaciones que a la larga si cae en manos de un desequilibrado o arribista; puede causar muchos estragos con edificios de envergadura.-Maldito dinero es que esta devorando la cultura...En todos los ámbitos mucho y mal.

    Un abrazo.

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    1. Querida Bertha, la civilización produce ingentes cantidades de basura, cuanto más progreso, más basura. Creo que es de sentido común aprovechar los detritus y reciclar todo lo que se pueda. En esto están los técnicos de la rehabilitación y del reciclaje, esto acompañado de una construcción sostenible es la mejor solución para la protección del medio ambiente. La arquitectura puede y debe jugar un gran papel, contribuir a la eficiencia. Debe hacerlo, pero este no es su cometido.
      Un abrazo

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  4. El reciclaje es ya un negocio, pero no estoy en contra cuando sirve para aprovechar lo que se tira o se considera ya inservible. En arquitectura como en aprovechamiento de aguas o envases. La cuestión es que el reciclaje sea beneficioso, menos despilfarrador y ayude a entender que vivimos, por ahora, en un planeta con recursos finitos que hay que saber administrar. Cuánta más pobreza menos desechos, no hay más que ver las ingentes cantidades de basura que creamos "los ricos"
    Puro derroche que es intolerable en un mundo lleno de personas obligadas a migrar para comer.

    Un abrazo

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    1. Querida Amaltea, naturalmente que no estamos en contra del aprovechamiento, ni en contra de que exista una industria dedicada al reciclaje. Es intolerable el despilfarro y esto ha sido practicado por la arquitectura de una manera exagerada. Bien le iría a la arquitectura que utilizara sistemas constructivos más eficientes y sostenibles. Hay muchos arquitectos que son conscientes de ello y en las escuelas de arquitectura se desarrollan cursos, seminarios y asignaturas completas dedicadas a la sostenibilidad y recuperación de los materiales. Otra cosa es la voluntad política y los intereses de los mercados. De todas maneras quiero insistir que el objeto de la arquitectura es procurar el mejor y más digno cobijo al ser humano. Si esto lo hace además de la manera más sostenible, miel sobre hojuelas.
      Un abrazo

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