miércoles, 28 de octubre de 2015

Lo tardío


Mosaico de la Casa de los Pájaros, Itálica. Romano tardío


En la Historia del Arte encontramos formas de expresión artística que han sido calificadas de “tardías”.

El romano tardío, el gótico tardío, el romanticismo tardío, el realismo tardío..., son estilos que aparecen al final de un periodo artístico y parecen obstinarse en permanecer en él.

El estilo tardío se desarrolla cuando el arte se expresa con un lenguaje formal autocomplaciente y va dando vueltas sobre lo que ya conoce, cuando depura su discurso incidiendo en lo sabido y en lo notorio, evitando cualquier aventura o reflexión estética que no sea reputada o acreditada.

Mantenerse en lo conocido y oponerse al cambio es propio de los totalitarismos y las sociedades pacatas que ancladas en la tradición, suelen ser el caldo de cultivo que favorece las formas tardías del arte.

La intolerancia de los imperios o los fanatismos religiosos han sido quienes históricamente se han opuesto a las transformaciones formales y a las vanguardias. Debido a la intransigencia, bajo la gravedad de esta losa tan pesada, el arte se ha ido retorciendo sobre sí mismo como si de una hoja de acanto se tratara, que creciendo sobre una tumba, sobre algo que ya está muerto se enrosca por efecto del bulto que tiene encima.

Analizado el discurrir de la historia del arte, comprobamos que un estilo artístico se resiste más al cambio cuanto más racional es aquello que se avecina y lo tardío se hace más tardío.

En España los estilos tardíos adquieren muchas y variadas formas, se van perpetuando al tiempo que sus formas se retuercen. El tardorrománico se autocomplace mirando y volviendo a mirar las plantas basilicales y antes de adoptar un estilo europeo es capaz de producir el Pórtico de la Gloria en Santiago de Compostela o construir los pesados edificios proto-góticos como la Catedral de Zamora, la Catedral de Salamanca o la Colegiata de Toro, con un cimborrio  agallonado sobre el crucero de clara inspiración bizantina.  El gótico tardío adopta los calificativos de isabelino, flamígero, florido, cortés, todo antes que asimilar la racionalidad del Renacimiento. 
 Catedral de Zamora
Colegiata de Toro

Con la Inquisición de compañera llegamos al Barroco tardío cuando los ecos de los grandes racionalistas como René Descartes y Baruch Spinoza, los filósofos políticos Thomas Hobbes y John Locke y Pierre Bayle ya habían anunciado sus teorías, aquí estábamos con las tallas dolientes de los pasos de Semana Santa, la sangre derramada de los Sagrados Corazones, la escultura de Berruguete y la pintura del sevillano Juan de Valdés Leal con sus dos Jeroglíficos de las postrimerías, del hospital de la Caridad de Sevilla, escalofriantes figuras de esqueletos y cuerpos putrefactos plenas de morbidez y exacerbado realismo.

Jeroglíficos de las postrimerías (1672) - Juan de Valdés

También encontramos reacciones contra el avance artístico al final del Romanticismo. En literatura y en las artes en general, un romanticismo tardío se opone a las vanguardias y a la modernidad. El romanticismo adquiere unas formas decorativistas, ñoñas y amaneradas. Se hace nacionalista, indaga sobre unas raíces fantásticas, ancestrales o medievalistas buscando una epopeya y así aparecen adalides como Viriato, el Cid Campeador o Guifrè el Pilós para que expliquen identidades o justifiquen la inmovilidad, siempre, eso sí, con los ojos cerrados y aborreciendo las vanguardias.
Guifré I de Barcelona, el Pilós (1892) Pau Béjar

Tardorrománicos, góticos tardíos, tardobarroco, romanticismo tardío, un largo recorrido que nos conduce por una senda dramática de intransigencia cuya expresión política bastante reciente la hallamos en el tardofranquismo.

domingo, 25 de octubre de 2015

Pan, amor y persulfatos

Compraba el pan en una panadería que hace unos meses la cerraron. Vendían pan bueno, sabroso, elaborado con harina de calidad y sin persulfatos.

Hace pocos días han abierto en el mismo local una nueva panadería. Sirven cafés, cruasanes barnizados, una  gran variedad de bollería industrial que huele a persulfatos y diversos tipos de pan presentado de formas muy atractivas.

En la fachada y detrás del mostrador han colocado sendos letreros que a modo de reclamo dicen:

Pan hecho con amor.

Otra vez nos encontramos con el amor y su utilización como reclamo. 

¡Maldita sea!, los cuerpos enamorados necesitan pan, sin él no hay amor que valga.

Si hay amor en el obrador de esta panadería es algo que a mí me importa muy poco, no necesito que elaboren el pan con amor, solo me contento con que lo hagan con una harina de buena calidad, con una cocción adecuada y que no echen persulfatos a la masa.

Nota:
Los persulfatos se utilizan también como agentes blanqueadores e inhibidores de la polimerización en la industria química, para la modificación de almidones, sirven para el tratamiento y limpieza de piezas metálicas, favorecen el desengomado y la oxidación de colorantes en la industria textil y se emplean para fórmulas de tintes o blanqueadores de cabello.

viernes, 23 de octubre de 2015

Els trímers

Agerone Fabbri. Lacerazione (1961)

Els trímers

Amb el gest toix han menat el timó
i han arengat els remers amb paraules
massa vulgars. Malgrat tot, els trímers
han arribat a Troia amb el capvespre.

Han fet la guerra per l’or i per Helena,
i molts han mort per l’arbitri d‘uns altres.

Molts pocs valents han tornat vius a Ítaca.

Devem tribut als remers
i als capitans que els manaven?
 

F.C.

----- traducción -------

Los trímeros

Con gesto torpe han guiado el timón
y con palabras huecas han arengado
a los remeros. Carne de cabotaje.

Con el siroco han llegado los trímeros
con el ocaso, a las playas de Troya,
en pie de guerra por Helena y por el oro.

Bajo la luna encendieron hogueras,
enajenados levantaron la espada,
muchos murieron por el arbitrio de otros.

Pocos valientes regresaron a Ítaca.

¿Debemos tributo a los remeros
y los capitanes que los mandaban?

F.C.

domingo, 18 de octubre de 2015

Pierrot lunaire. Arnold Schoenberg

Pierrot Lunaire (1924) Paul Klee

En el Pierrot lunaire (1912) de Arnold Schoenberg hay una ironía exenta de mordacidad. La obra  es amarga, fría y desilusionada. 

El músico expresionista escribió una partitura para acompañar los versos de Albert Giraud. Su composición es ambigua, en mi opinión esta ambigüedad es voluntaria. Acoge la melancolía del payaso carablanca que se parodia a sí mismo y se lamenta de su indefensión.   

A las notas de carácter noturno de la primera parte de la obra, le suceden unas imágenes de culpa y angustia que nos van introduciendo en la zozobra expresionista.

Entre el poeta Albert Giraud, simbolista que defendía “el arte por el arte”, y el músico expresionista Arnold Schoenberg, padre del dodecafonismo, consiguieron crear una obra donde la pesadilla se abre paso entre un panorama de neblinas disipadas y conduce sus pasos amargos entre los versos y los compases musicales. Alguien creyó que estas notas anunciaban el fin de la música.

En la revista Pan en 1912 el crítico de arte Alfred Kerr, refiriéndose a la obra de Arnold Schoenberg decía:
“No es el fin de la música, sino el principio de una nueva fase del arte de escuchar”

Yo tampoco creo que Pierrot lunaire sea el fin de la música -vendrían después otras vanguardias- pero creo que, siendo el principio de una nueva fase, entró en ella con el pie quebrado haciendo alarde de un sadismo surrealista que no tuvo continuidad. 
 

jueves, 15 de octubre de 2015

Ugo Foscolo

Ugo Foscolo (1778-1827) fue un gran poeta y un gran patriota. Fue patriota de un Estado que entonces era inexistente.

Considerado uno de los más grandes poetas del Risorgimento, fue un hombre muy culto que siempre anduvo de aquí para allá, insatisfecho y huyendo de unos y de otros  -sempre fugendo di gente in gente.

Sus ilusiones patrióticas quedaron frustradas, como casi siempre ocurre con las entelequias, que acaban como el rosario de la aurora. Frustración, desilusión y desencanto.

Como contrapartida a su patriotismo se interesó por valores menos fantasiosos y se acercó a muchas señoritas, bellas todas. He aquí algunas de ellas:
·        Isabella Ronconi su amor del 1800
·       Antonietta Jaquani Arese a la que escribió la oda “Alla amica risanata”
·    Elionora Nencini, a la que amó mucho e inmortalizó en las “Grazie”
·        Bignani, también citada en las “Grazie”
·        Cornelia Martinetti
·       la Duquesa de Albany, que tenía un salón en el Lungarno de Florencia
·       Quirina Mongeni, a la que amó con ternura
y muchas otras que no constan en las crónicas de la Reunificación italiana.

domingo, 11 de octubre de 2015

Resquemor

En las nuevas tendencias artísticas encuentro ciertos planteamientos que me producen un resquemor. Sospecho de su utilidad estética. Más bien diría que no me producen nada que no sea penoso. No veo en las últimas propuestas artísticas otra cosa que no sea hollar sin dejar huella y rebuscar algo que ya está buscado.

Se empecinan en encontrar un lenguaje nuevo para decir algo que no saben lo que es.

No es estéril, sin embargo, disponer de un lenguaje previo al contenido, pero confiarlo todo al lenguaje es una forma “chic” de ir perdiendo el tiempo.

Tengo muchas dudas, esto no es cosa rara, yo siempre tengo dudas, y como que no tengo alma, me cuesta, además, entender algunas formas poéticas y algunas propuestas plásticas que solo sirven para ir de vacaciones por la historia.

Quizás ahora sería conveniente preservar lo que nos ha dejado la historia, darse un respiro, pintar las paredes, poner los muebles en su sitio y mirar cómo queda la estancia. Colocado el sillón en su sitio, podremos sentarnos en él para ver por dónde entra la luz en la habitación y pensar con calma qué hacemos con el espacio. Eso es: pensar y pensar antes de actuar y sobre todo antes de crear.

Más que desconfianza lo que me invade es un escepticismo total.

sábado, 10 de octubre de 2015

Discípulos de Goebbels

 
Los principios de propaganda de Goebbels continúan presentes y en pleno uso por unos politiquillos que levantan los brazos en actitud de acogida. Muestran su rostro mesiánico y profieren consignas panfletarias en las que nos aseguran que a este lado de la frontera hay una hoguera de llama viva.

Control de los medios de comunicación y mentira. Lo suyo es imponer el pensamiento único, dominar e incrementar su cuenta corriente. Con su proselitismo y demagogia consiguen mantener el fuego encendido.

Pero sabemos que toda hoguera, ya sea de llama viva o de odio, siempre acaba dejando destrucción y cenizas.

Ante tanta proclama corremos el riesgo de perder el juicio y, con el calor del fuego, nuestras conexiones neuronales peligran y se debilitan.

Mientras el cándido ilusionado continúa gritando como un energúmeno o enarbolando banderas; en algún rincón del corralillo, alguien amontona el pienso o lo embala para enviarlo a almacenes lejanos, a resguardo de las inclemencias del tiempo.

Los principios de propaganda de Goebbels los detallé en:

jueves, 8 de octubre de 2015

Relativizar en otoño

 
Llega el otoño y la caída de las hojas parece invitarnos a relativizar. Hoy puedo poner las cosas en cuarentena como no lo hice en primavera ni cuando el sol calentaba en las tardes tórridas de agosto.

Estoy convencido que la humanidad no tiene ninguna finalidad, tampoco la tiene la naturaleza. Relativizo porque no creo que nadie arregle todo esto.

Las copas ralas de las mimosas, de las jacarandas o del aliso dejan pasar los rayos oblicuos del sol de octubre y su luz fugaz anuncia el crepúsculo cercano e invita a la reflexión: con el conocimiento adquirido, aún habiendo aprovechado solsticios y equinoccios, jamás podré reconocer los aromas lejanos que no me son propios.

Sobre la alfombra de hojas secas pondré en cuarentena los deseos y mi odio. Soportaré sin demasiado esfuerzo las palabras mordaces de aquellos que detesto.

Sin ánimo de descubrir nada nuevo bajo el sol, con los ojos abiertos, caminaré por las calles que conozco desde niño, aunque me canse, pues el cobijo de las sombras largas no me ahorra esfuerzos.

Me interesa la comida sencilla y la belleza de las cosas reales. Me sostiene mi rabia y mi buen humor.

Y si pasa delante de mí el Emperador Desnudo, descendiente de los dioses, no voy a girar la vista. No, pues yo no desciendo de los dioses. Nada les debo.

He trabajado mucho y jamás me tendí en un lecho de rosas y sé que los ladrones de siempre me robarán todo lo que tengo y todo lo que he ganado con esfuerzo.

El cuerpo me duele, pues envejece. El espíritu me duele menos y si alguna molestia tiene es debida al cansancio físico. Pero ya se sabe, estas cosas ocurren en otoño.

Sé a quien amo, detesto a muy pocos y sé que debo soportarlos. No deseo el viaje por paisajes lejanos; después de mucho andar, todo lo he encontrado en las tierras limitadas por el olivo y a la orilla de este mar nuestro, tan clásico. Jamás he sentido apego a patria alguna, sé donde están mis amigos y sé que allí, con ellos, tengo dispuesto un lecho.

martes, 6 de octubre de 2015

La barcaza


Todo cabe en la barcaza.


Aquí navegamos sin esperar al timonel. No esperaremos a Caronte.
Empezamos la ruta, rumbo a ningún sitio.

Todo cabe en la barcaza:

El drama intencionado
El caos del subconsciente
El gran estrépito
Las sentencias macabras
El carnaval de los lamentos
Todas las evocaciones turbadoras
La mueca hipócrita de los sepulcros
La yuxtaposición de todos los estímulos crueles.

Las aguas bajan sucias y la gabarra continúa su singladura, en ella van también:


Los mensajes perversos
El eclecticismo más extremo
El engaño de los que mandan
La genuflexión de los mandados que medran
El circo de las mentiras
Las pesadillas freudianas
El cine gore y la poesía sentimentaloide
Los melodramas funestos
La luz de los bajos fondos.

Parece que a lo lejos se divisa un horizonte rojo, pero no, lo que vemos más allá es la Apocalipsis de los deseos insatisfechos. Hay colisiones estéticas y choques violentos, atropello de toda ética y una purga constante.

La nave va fletada con un cargamento muy pesado:

Los retratos del horror
Frascos con las pócimas más cáusticas
Venenos que destruyen la piel, los huesos, el cerebro y los anhelos.

Todo dispuesto para el baile sacramental del drama humano:

El glamour de lo exclusivo
El cinismo sexual
El éxtasis místico
El idealismo romántico
La farsa de las utopías
La represión histórica
Las máscaras dolientes
La ficción de los sentimientos.

Todo dispuesto, navegando por el río de los muertos.

lunes, 5 de octubre de 2015

Presentación de Sa ximbomba




El pasado 21 de setiembre se presentó Sa ximbomba en el Ateneu Bercelonès.
La presentación corrió a cargo de Francisco Ferrer Lerín.

Más que una presentación al uso fue un coloquio entre los componentes de la mesa: la editora María Luisa Samaranch -SD Edicions-, el autor de las imágenes del libro Beneyto, el poeta Francisco Ferrer Lerín y el propio autor Francesc Cornadó, que compartieron con los asistentes anécdotas sobre la forma en cómo se gestó Sa ximbomba.

Se trata de un libro de relatos que se han inspirado en los dibujos que Beneyto había hecho sobre las cubiertas y las portadas de dieciséis libros de Camilo José Cela. 

Después de un prólogo de Jorge Cela Trulock nos encontramos con un conjunto de cuentos que tienen un hilo conductor: las metamorfosis, las transformaciones que sufren los cuerpos producidas por causas extrañas o surrealistas y que se apartan de toda lógica -lógicofobistas. Esta característica metamórfica ya había sido expuesta por Albert Tugues en su reseña “Las metamorfosis de Sa ximbomba” que fue publicada el 19 de julio pasado en el periódico El Punt Avui.

Los protagonistas de los relatos son los seres dibujados por Beneyto. Son hombres bicéfalos, mujeres-pollo, individuos con lorzas de tubérculo en sus extremidades, seres amorales y absurdos, habitantes de un mundo roto. Para describir este mundo transformado el autor se vale de una prosa que discurre entre lo lírico, lo científico, el humor lacerante o absurdo y sobre todo a la imagen poética.

Sd Edicions ha hecho una edición muy cuidada de libro, a todo color y con un magnífico diseño ideado y realizado por María Luisa Samaranch.

Para finalizar el acto, el autor leyó el texto corrosivo “Pisando la dudosa luz del día”.

En el enlace
podemos leer la reseña que Silvia Rins escribió para la web de la Asociación Colegial de Escritores de Catalunya, donde también podemos ver una galería de fotos del acto.